En el desafiante ámbito de los vehículos eléctricos, las baterías de Tesla y BYD reflejan dos métodos diversos en términos de diseño, composición química y desempeño. Un estudio reciente por expertos de la Universidad RWTH de Aquisgrán ha mostrado diferencias importantes entre las celdas cilíndricas 4680 de Tesla y las celdas Blade planas de BYD.
Concepción y enfoque del producto
Tesla ha desarrollado la celda 4680 con un enfoque en la alta densidad energética y rendimiento. Esta celda cilíndrica pesa 355 gramos y ofrece una densidad energética de 643,3 Wh/l, lo que la hace ideal para vehículos de gama alta que requieren mayor autonomía.
Por el contrario, BYD ha elegido las Blade Cells, las cuales son más voluminosas y planas, pesando 2,700 gramos y con una densidad energética de 355,3 Wh/l. Este diseño enfatiza la resistencia y costos económicos, coincidiendo con la estrategia de BYD de hacer más accesible la movilidad eléctrica.
Rendimiento energético y protección
Uno de los descubrimientos más relevantes del estudio es el comportamiento térmico de ambas baterías. Al realizar cargas rápidas, las celdas Blade de BYD generaron únicamente la mitad del calor en comparación con las celdas de Tesla. Esta propiedad supone una ventaja importante en cuanto a seguridad y gestión del calor en el vehículo.
Componentes químicos y métodos de producción
En términos de la formulación química, Tesla emplea una combinación rica en níquel (NMC811), proporcionando una mayor capacidad energética, aunque con un costo más elevado. Por otro lado, BYD utiliza fosfato de hierro y litio (LFP), siendo una alternativa más accesible y longeva.
En cuanto a los métodos de manufactura, Tesla tiene la delantera ya que necesita menos fases de producción. No obstante, ambos productores introducen innovaciones particulares, como la aplicación de soldadura láser y proporciones comparables de materiales inactivos.
Avances en tecnología de carga
Recientemente, BYD ha presentado una nueva tecnología de carga ultrarrápida capaz de añadir 400 kilómetros de autonomía a los vehículos eléctricos en solo cinco minutos. Esta innovación, denominada Super e-Platform, permite abastecer las baterías a velocidades máximas de 1 megavatio, el doble de los 500 kilovatios que ofrecerán los supercargadores V4 más rápidos de Tesla. Este avance posiciona a BYD a la vanguardia en la carrera por desarrollar baterías que puedan cargarse tan rápidamente como se reabastece un automóvil de gasolina.