La Francia de Emmanuel Macron ha comenzado a liderar Europa, en detrimento de una Alemania víctima del inmobilismo de su coalición gubernamental entre socialdemócratas, ecologistas y liberales.
Es la tesis que expone con muchos argumentos ‘Der Spiegel’ (un millón de ejemplares), uno de los semanarios de referencia en Alemania.
En su última portada, ‘Der Spiegel’ titula: «Todos crecen, menos nosotros». Y escribe: «Locomotora económica, en otro tiempo, Alemania se ha convertido en farolillo rojo entre los grandes países industriales». «¿Se ha convertido Alemania en el hombre enfermo de Europa?» se pregunta el semanario, para responderse de este modo: «Nuestra prosperidad está amenazada y nuestro gobierno parece desamparado, víctima del inmobilismo».
Ante ese retrato cruel de Alemania, realizado por un semanario oficiosamente socialdemócrata, desde hace décadas, Emmanuel Macron es presentado como el «hombre fuerte» de Europa, hoy.
Fustigando la «arrogancia» alemana, ‘Der Spiegel’ estima que Francia hace hoy como la Alemania de hace mucho tiempo, avanzando estos argumentos: crecimiento dos veces más elevado, precio de la electricidad más barato, más inversiones internacionales… «Francia está hoy mejor que Alemania».
A juicio del semanario alemán, la eficacia de la Francia de Emmanuel Macron se estaría traduciendo en mayor influencia diplomática, internacional y europea, en el seno de la UE, en particular. Der Spiegel subraya varios triunfos personales de Macron: el nombramiento de Úrsula von der Leyen como presidenta de la Comisión europea; la respuesta europea a la «guerra fría» chino-americana; el concepto de «autonomía estratégica» continental; la energía nuclear…
No es un secreto que el abandono alemán de la energía nuclear, iniciado por Angela Merkel, confirmado por Olaf Scholz, ha instalado a Alemania en un relativo aislamiento, cuando, tras la guerra de Ucrania, la energía nuclear se ha confirmado como una alternativa indispensable para muchos países.
A juicio del Spiegel, «a medio y largo plazo, la inflexión política en curso podría influir en la política económica europea». Gran potencia comercial, Alemania siempre ha defendido un libre cambio esencial. Ante la evolución proteccionista de los EE. UU., sin olvidar a los gigantes chino e indio, la UE pudiera adoptar la línea francesa de «Europa first», «Europa primero» para protegerse en la nueva geografía económica mundial.