CHAQUETA en el pueblo de Campo con las ramas de olivo; eras, temblando, oración en manos de los niños. El pan de oro se escapó de una palmera amarilla. El pueblo, Jerusalén, con su túnica de casa vestida con la única tierra que te llevará desde el río o, al otro lado, los colores de los pinos. Campo y pueblo, pueblo y campamento en elegante equilibrio. Así se pasa por el Corpus cuando se tienen tres cabezas como joyas rubias, y, como el vino, las cositas han sido agraciadas con la gracia del racimo. La pasión la tienes en ti, porque en tu casa Dios también, y cuando Dios lo celebra, también te trae auxiliares: flores, maderos, espinas, ramas de palmera,…
Pasión
