No había nada progresista en reformar la malversación, ni abandonó el Sáhara, ni intentar gobernar un país con quienes quieren detruirlo La debacle electoral del PSOE es noticia, pero en el fondo era una obviedad previsible. Porque no, no había nada socialdemócrata en reformar el delito de malversación por puro interés de supervivencia parlamentaria, ni en legislar a la carte para beneficiar a quienes sembraron la discordia entre españoles. Tampoco hay nada de izquierdas en convertida en una antigua fiscal general del Estado en ministra, ni en un exministro en magistrado del Tribunal Constitucional. Poco o nada debería compadecerse con un credo progresista poner una institución como el CIS en manos de un miembro de la anterior ejecutiva del… Ver Más